domingo, 12 de abril de 2015

El humo hipnótico de la noche



Tiñendo el cielo de rojo renueva con nuevo aire el amanecer de la noche. Que la luna reine en el cenit y que las luces se apoderen de las calles. El sensual humo ronda las focos, danzan las curvas en la penumbra nocturna.

La bocanada de un cigarro invocan palabras temblorosas en el carmín de sus labios. El vapor es arcoíris de la noche, es el alimento para la creación, es el tesoro que ocultan sus besos.

En un callejón oscuro me hallo. Perseguido por el sonido de los tacones y los charcos pisoteados. Ella acecha con sus ojos verdes desde la soledad de la noche y desaparece misteriosamente en el cegador día. La tentación viste de oscuro adornado por estrellas, el deseo tibio aguarda paciente.

No existe el sueño, no hay descanso en la esclavizante noche. Ella sigue embelleciendo la artificial luz con su danza, ella sigue provocando al sentido desde la primera calada hasta la última y del hipnótico humo de su boca renacen formas etéreas.

La oscuridad, el frío, el sopor... llega el enigmático canto entre la nocturna sombra. Ella se acerca y mi afán se desespera. A cada paso se cohíbe el valor de seguir, sus tacones respiran amenaza y anhelo. Al deseo de brillar, la luz se esfumaba y era tapada por las curvas de su caminar, Ella quedó a contraluz mientras se acercaba a su presa deseosa de que la cacen. Su temible caminar enmudecía el silencio mientras su tez era iluminada por la tenue luz roja de su boca. Se detuvo... y el silencio es lo mas terrible cuanto más cerca Ella está. Mi miedo y mi deseo se unieron. Tan cerca Ella de mí, un "distante placer de una mirada frente a otra, esfumándose..." (1) Creyéndome triunfante, su mirada esmeralda decía en tono seductor todo lo contrario. Sus labios no se cerraron para culminar el efímero beso. Me sentí paralizado en cuanto acarició mi cara diciéndome al oído: "Amo dejarte así..." (2) Se alejaba lentamente detrás de la niebla espesa sin mirar ni un momento atrás.

Y es que el más desagradecido de los amores rondaba mi cabeza en la oscuridad profana. La inspiración me mira con sus ojos verdes, invitando a perseguirla. La inspiración viste de noche porque así no la puedo ver. La inspiración danza como humo en un foco, imposible de agarrar con violencia porque se esfuma. El hipnótico vapor frecuenta soledades en los anocheceres dedicadas al verbo. La inspiración me seduce creyendo que la poseo, pero se escapa de mí, dejándome sin posibilidad de recuperarla. El sonido de sus pasos llega inesperado entre las calles de mi noctámbula mente. Para Ella es fácil olvidar, sin embargo las oportunidades no llegan tan fortuitas.

El amor mas extraño y fugaz; Ella es La inspiración. Ella tiene algo que todos quieren pero nadie posee: el poder de crear.

1: Bocanada. Gustavo Cerati. Bocanada 1999

2: Amo dejarte así. Gustavo Cerati- Siempre es hoy 2002


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